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![2666 (Spanish Edition) van [Roberto Bolaño]](https://m.media-amazon.com/images/I/51ZqJ1yiMBL._SY346_.jpg)
2666 (Spanish Edition) Kindle-editie
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Imprescindible. Apocalíptica. Única.
La novela que abrió el camino a seguir por la narrativa del siglo XXI.
La ciudad mexicana de Santa Teresa -trasunto de Ciudad Juárez- atrae como un imán a los protagonistas. Cuatro críticos literarios europeos viajan hasta Sonora tras las huellas del escritor desaparecido Benno von Archimboldi, cuya vida se refiere en la parte final de la novela. Allí conocerán a Amalfitano, el profesor universitario chileno que, junto con su hija, se establece en la ciudad, a la que también llegará el periodista estadounidense Oscar Fate para retransmitir un combate de boxeo. Pero el corazón del relato se encuentra en «La parte de los crímenes» donde, con la precisión de un bisturí, Bolaño narra los asesinatos de mujeres cometidos en Santa Teresa y las infructuosas investigaciones de la policía. En el epicentro del Mal, nada puede parar el horror.
Con una fuerza arrolladora, en 2666 Bolaño crea una obra magistral que rompe con todas las tendencias literarias conocidas y abre el camino a seguir por la narrativa del siglo XXI. Violencia e historia se entretejen con temas recurrentes en la obra del autor: la literatura, la búsqueda y la crónica de la realidad.
2666 fue galardonada con los premios Ciudad de Barcelona, Salambó, National Critics Circle Award y Altazor, calificada como uno de los mejores libros de 2008 por The New York Times, elegida por 81 críticos y escritores de España y Latinoamérica como uno de los mejores libros en lengua castellana de los últimos 25 años y considerada el mejor libro en español de los últimos veinticinco años por Babelia.
Críticas:
«El relato más admirable del último cuarto de siglo. Quizá también lo sea del inmediatamente anterior y es muy posible que lo haya de ser del siguiente.»
José-Carlos Mainer, Babelia
«De Roberto Bolaño me gusta todo, sus grandes, inmensas novelas, pero también los relatos cortos.»
Pedro Almodóvar
«Una obra de un poder y una complejidad arrolladores. Un alegato final digno de un maestro.»
The Boston Globe
«Una meganovela detectivesca con fuertes indicios de presagios apocalípticos [con] personajes memorables cuyas historias, a caballo siempre entre la risa y el horror, abarcan dos continentes e incluyen, entre muchas otras cosas, un vertiginoso viaje por la historia europea del siglo XX, por las ruinas de una cultura en la que la literatura continúa siendo una tabla de salvación. Con la vida escurriéndose entre sus dedos, al escribir 2666 Bolaño salvaba al mundo con sus palabras.»
Rosa Martí, Esquire
«La creación más audaz de Bolaño. Es valiente de una forma que pocas obras lo son: elimina de golpe la brecha entre lo divertido y lo solemne.»
Henry Hitchings, Financial Times
«2666: la consagración del horror contemporáneo. La literatura en estado puro.»
Fernando Rodríguez Lafuente
«Su obra más importante y una de las más grandes de la literatura contemporánea en lengua castellana.»
J.A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia
«2666 es la novela total, sin principio ni fin, el lugar de todos los vértigos y todas las paradojas, [...] donde se funden presente y pasado, la esperanza y la desesperanza y donde lo verdadero y lo falso se acercan tanto que llegan a confundir.»
Le Magazine Littéraire
«Narcos, corrupción, machismo y descripciones brutales de los hechos son las bases de esta sórdida y magistral novela, que emprende el vuelo en plácidos ambientes académicos.»
Ana Trasobares, Esquire
«Uno de esos relatos hipnóticos que te dejan huérfano cuando los terminas.»
Pedro Rojas, Diario Información ("Siete novelas perfectas que te ayudan a sentirte libre en plena cuar
- TaalSpaans
- UitgeverALFAGUARA
- Publicatiedatum15 september 2016
- Bestandsgrootte7504 KB
Productbeschrijving
Over de auteur
Roberto Bolaño (1953-2003), nacido en Chile, narrador y poeta, se ha impuesto como uno de los escritores latinoamericanos imprescindibles de nuestro tiempo. En Anagrama se han publicado sus libros de cuentos Llamadas telefónicas, Putas asesinas y El gaucho insufrible, y las novelas La pista de hielo, Estrella distante, Amuleto, Una novelita lumpen, Monsieur Pain, Nocturno de Chile, Amberes y Los detectives salvajes (Premio Herralde de Novela y Premio Rómulo Gallegos): «La gran novela mexicana de su generación, expresión del desarraigo literario visceral de los latinoamericanos» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Un carpetazo histórico y genial a Rayuela de Cortázar. Una grieta que abre brechas por las que habrán de circular nuevas corrientes literarias del próximo milenio» (Enrique Vila-Matas); «Una especie de ebriedad narrativa que nos deja abrumados, sonriendo de obnubilación o de admiración» (Fabrice Gabriel, Les Inrockuptibles). Su novela póstuma, 2666, está considerada unánimemente su obra mayor: «Una gran novela de novelas, sin duda la mejor de su producción» (Ana María Moix, El País); «Una novela abierta como Los detectives salvajes, inacabable, más que inacabable... Magistral» (Ignacio Echevarría); «El resultado es magnífico. Lo que aquí se persigue y se alcanza es la novela total, que ubica al autor de 2666 en el mismo equipo de Cervantes, Sterne, Melville, Proust, Musil y Pynchon» (Rodrigo Fresán, Qué Leer). También póstumamente se han publicado Entre paréntesis, El secreto del mal, La Universidad Desconocida y El Tercer Reich.
--Deze tekst verwijst naar de hardcover editie.Recensie
"Bolano's savoir-faire is incredible ... The exploded narrative reveals a virtuosity that we rarely encounter, and one cannot help being bowled over by certain bravura passages--to single one out, the series of reports describing murdered young women, which is both magnificent and unbearable. We won't even mention the 'resolution' of this infernal 2666, a world of a novel in which the power of words triumphs over savagery." --Baptiste Liger, L'EXPRESS
"Splendid ... The jaw-dropping synthesis of a brief but incredibly fertile career." --Fabrice Gabriel, LES INROCKUPTIBLES
"The event of the spring: with 2666 Roberto Bolano has given us his most dense, complex, and powerful novel, a meditation on literature and evil that begins with a sordid newspaper item in contemporary Mexico." --Morgan Boedec, CHRONIC ART
"Includingthe imaginary and the mythic alongside the real in his historiography, without ever dabbling in the magical realism dear to many of his Latin-American peers, Bolano strews his chronicle with dreams and visions. As in the films of David Lynch (with whom Bolano's novel shares a certain kinship) these become a catalyst for reflection ... In such darkness, one must keep one's eyes wide open. Bolano invites us to do just that." --Sabine Audrerie, LA CROIX
"An immense moment for literature ... With prodigious skill and his inimitable art of digression, Bolano leads us to the gates of his own hell. May he burn in peace." --TECHNIKART
"Bolano constructs a chaos that has an order all its own ... The state of the world today transmuted into literature." --Isabelle Ruf, LE TEMPS
"To confront the reader with the horror of the contemporary world was Bolano's guiding ambition. He succeeded, to say the least. Upset, shocked, sometimes even sickened, at times one is tempted to shut the book because it's unbearable to read. Don't shut it. Far from being a blood-and-guts thriller meant to entertain, 2666 is a 'visceral realist" portrait of the human condition in the twenty-first century." --Anna Topaloff, MARIANNE
"On every page the reader marvels, hypnotized, at the capacity of this baroque writer to encompass all literary genres in a single fascinating, enigmatic story. No doubt many readers will find 2666 inexhaustible to interpretation. It is a fully realized work by a pure genius at the height of his powers." --LIRE
"His masterpiece ... Bolano borrows from vaudeville and the campus novel, from noir and pulp, from science fiction, from the Bildungsroman, from war novels; the tone of hiswriting oscillates between humor and total darkness, between the simplicity of a fairytale and the false neutrality of a police report." --Minh Tran Huy, LE MAGAZINE LITTERAIRE (Paris)
"The book explores evil with irony, without any theory or resolution, relying on storytelling alone as its saving grace... Each story is an adventure: a fresco at once horrifying, delicate, grotesque, redundant, and absurd, revealed by the flashlight of a child who stands at the threshold of a cave he will never leave." --Philippe Lancon, LIBERATION
"If THE SAVAGE DETECTIVES recounted the end of a century of avant-gardes and ideological battles, 2666, more radically, evokes the end of humanity as we know it. Apocalyptic in this sense, wavering between decomposition and totality, endlessly in love with people and books, Bolano's last novel ranges over the world and history like the knight Percival, who in Bolano's words 'wears his fool's motley underneath his armor.'" --Fabienne Dumontet, LE MONDE DES LIVRES (Paris)
"A work of genius: a work of immense lucidity and narrative cunning, written with a unique mixture of creative power and intimate existential desperation, the work of a master whose voice has all the authority and seeming effortlessness that we associate with the great classics of the ages ... It is impossible to read this book without feeling the earth shift beneath one's feet. It is impossible to venture deep into writing so unforgiving without feeling inwardly moved--by a shudder of fear, maybe even horror, but also by its need to pay attention, by its desire for clarity, by its hunger for the real." --Andres Ibanaz, BLANCO Y NEGRO
"Without a doubt the greatest of Bolano'sproductions ... The five parts of this masterwork can be read separately, as five isolated novels; none loses any of its brilliance, but what's lost is the grandeur that they achieve in combination, the grandeur of a project truly rare in fiction nowadays, one that can be enjoyed only in its totality." --Ana Maria Moix, EL PAIS
"Make no mistake, 2666 is a work of huge importance ... a complex literary experience, in which the author seeks to set down his nightmares while he feels time running out. Bolano inspires passion, even when his material, his era, and his volume seem overwhelming. This could only be published in a single volume, and it can only be read as one." --EL MUNDO
"An absolute masterpiece ... Bolano writes almost without adjectives, but in his prose this leads to double meanings. The narration is pure metonymy: it omits feelings in favor of facts. A phone call or a sex act can express real tragedy, the sweep of the vast human condition." --Andres Lomena, LA OPINION DE MALAGA
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"Not just the great Spanish-language novel of this decade, but one of the cornerstones that define an entire literature. [Bolano] has revived an idea that the postmoderns seemed to have abandoned: the totalizing novel, one that aspires to create a complete narrative universe. This idea goes back to the dawn of the modernists, to REMEMBRANCE OF THINGS PAST and ULYSSES, and in Latin American literature finds its crucial expression in the Boom ... 2666 is a magisterial and inimitable novel, in which reality takes on a strange air of unreality thanks to situational oddities and absurdities, hairpin turns of language, dreams, sustained questioning, vague associations, changing landscapes. A novel rising like a delirious mirage in the void." --J.A. Masoliver Rodenas, LA VANGUARDIA
"A work of genius: a work of immense lucidity and narrative cunning, written with a unique mixture of creative power and intimate existential desperation, the work of a master whose voice has all the authority and seeming effortlessness that we associate with the great classics of the ages ... It is impossible to read this book without feeling the earth shift beneath one's feet. It is impossible to venture deep into writing so unforgiving without feeling inwardly moved--by a shudder of fear, maybe even horror, but also by its need to pay attention, by its desire for clarity, by its hunger for the real." --Andres Ibanaz, BLANCO Y NEGRO
"Without a doubt the greatest of Bolano's productions ... The five parts of this masterwork can be read separately, as five isolated novels; none loses any of its brilliance, but what's lost is the grandeur that they achieve in combination, the grandeur of a project trulyrare in fiction nowadays, one that can be enjoyed only in its totality." --Ana Maria Moix, EL PAIS
"Make no mistake, 2666 is a work of huge importance ... a complex literary experience, in which the author seeks to set down his nightmares while he feels time running out. Bolano inspires passion, even when his material, his era, and his volume seem overwhelming. This could only be published in a single volume, and it can only be read as one." --EL MUNDO
"One of those strange, exquisite, and astonishing experiences that literature offers us only once in a very long time. What 2666 promises and achieves ... is the sight, equally wonderful and upsetting, of a writer in full pursuit of the Total Novel, one that not only completes his life's work but, at the same time, redefines it and raises it to new vertiginous heights ... 2666 could be described as a "cosmic novel" because--as with the universe--the crucial and amazing thing is not that it's unfinished, but that it has no end." --Rodrigo Fresan, EL PAIS
"An absolute masterpiece ... Bolano writes almost without adjectives, but in his prose this leads to double meanings. The narration is pure metonymy: it omits feelings in favor of facts. A phone call or a sex act can express real tragedy, the sweep of the vast human condition." --Andres Lomena, LA OPINION DE MALAGA
Achterflaptekst
Over het boek
Fragment. Herdrukt met toestemming. Alle rechten voorbehouden.
A partir de ese día (o de las altas horas nocturnas en que dio por finalizada aquella lectura inaugural) se convirtió en un archimboldiano entusiasta y dio comienzo su peregrinaje
en busca de más obras de dicho autor. No fue tarea fácil. Conseguir, aunque fuera en París, libros de Benno von Archimboldi en los años ochenta del siglo XX no era en modo alguno una labor que no entrañara múltiples dificultades. En la biblioteca del departamento de literatura alemana de su universidad no se hallaba casi ninguna referencia sobre Archimboldi. Sus profesores no habían oído hablar de él. Uno de ellos le dijo que su nombre le sonaba de algo. Con furor (con espanto) Pelletier descubrió al cabo de diez minutos que lo que le sonaba a su profesor era el pintor italiano, hacia el cual, por otra parte, su ignorancia también se extendía de forma olímpica. Escribió a la editorial de Hamburgo que había publicado D'Arsonval y jamás recibió respuesta. Recorrió, asimismo, las pocas librerías alemanas que pudo encontrar en París. El nombre de Archimboldi aparecía en un diccionario sobre literatura alemana y en una revista belga dedicada, nunca supo si en broma o en serio, a la literatura prusiana. En 1981 viajó, junto con tres amigos de facultad, por Baviera y allí, en una pequeña librería de Munich, en Voralmstrasse, encontró otros dos libros, el delgado tomo de menos de cien páginas titulado El tesoro de Mitzi y el ya mencionado El jardín, la novela inglesa. La lectura de estos dos nuevos libros contribuyó a fortalecer la opinión que ya tenía de Archimboldi. En 1983, a los veintidós años, dio comienzo a la tarea de traducir D'Arsonval. Nadie le pidió que lo hiciera. No había entonces ninguna editorial francesa interesada en publicar a ese alemán de nombre extraño. Pelletier empezó a traducirlo básicamente porque le gustaba, porque era feliz haciéndolo, aunque también pensó que podía presentar esa traducción, precedida por un estudio sobre la obra archimboldiana, como tesis y, quién sabe, como primera piedra de su futuro doctorado. Acabó la versión definitiva de la traducción en 1984 y una editorial parisina, tras algunas vacilantes y contradictorias lecturas, la aceptó y publicaron a Archimboldi, cuya novela, destinada a priori a no superar la cifra de mil ejemplares vendidos, agotó tras un par de reseñas contradictorias, positivas, incluso excesivas, los tres mil ejemplares de tirada abriendo las puertas de una segunda y tercera y cuarta edición. Para entonces Pelletier ya había leído quince libros del autor alemán, había traducido otros dos, y era considerado, casi unánimemente, el mayor especialista sobre Benno von Archimboldi que había a lo largo y ancho de Francia. Entonces Pelletier pudo recordar el día en que leyó por primera vez a Archimboldi y se vio a sí mismo, joven y pobre, viviendo en una chambre de bonne, compartiendo el lavamanos, en donde se lavaba la cara y los dientes, con otras quince personas que habitaban la oscura buhardilla, cagando en un horrible y poco higiénico baño que nada tenía de baño sino más bien de retrete o pozo séptico, compartido igualmente con los quince residentes de la buhardilla, algunos de los cuales ya habían retornado a provincias, provistos de su correspondiente título universitario, o bien se habían mudado a lugares un poco más confortables en el mismo París, o bien, unos pocos, seguían allí, vegetando o muriéndose lentamente de asco. Se vio, como queda dicho, a sí mismo, ascético e inclinado sobre sus diccionarios alemanes, iluminado por una débil bombilla, flaco y recalcitrante, como si todo él fuera voluntad hecha carne, huesos y músculos, nada de grasa, fanático y decidido a llegar a buen puerto, en fin, una imagen bastante normal de estudiante en la capital pero que obró en él como una droga, una droga que lo hizo llorar, una droga que abrió, como dijo un cursi poeta holandés del siglo XIX, las esclusas de la emoción y de algo que a primera vista parecía autoconmiseración pero que no lo era (¿qué era, entonces?, ¿rabia?, probablemente), y que lo llevó a pensar y a repensar, pero no con palabras sino con imágenes dolientes, su período de aprendizaje juvenil, y que tras una larga noche tal vez inútil forzó en su mente dos conclusiones: la primera, que la vida tal como la había vivido hasta entonces se había acabado; la segunda, que una brillante carrera se abría delante de él y que para que ésta no perdiera el brillo debía conservar, como único recuerdo de aquella buhardilla, su voluntad. La tarea no le pareció difícil. Jean-Claude Pelletier nació en 1961 y en 1986 era ya catedrático de alemán en París. Piero Morini nació en 1956, en un pueblo cercano a Nápoles, y aunque leyó por primera vez a Benno von Archimboldi en 1976, es decir cuatro años antes que Pelletier, no sería sino hasta 1988 cuando tradujo su primera novela del autor alemán, Bifurcaria bifurcata, que pasó por las librerías italianas con más pena que gloria. La situación de Archimboldi en Italia, esto hay que remarcarlo, era bien distinta que en Francia. De hecho, Morini no fue el primer traductor que tuvo. Es más, la primera novela de Archimboldi que cayó en manos de Morini fue una traducción de La máscara de cuero hecha por un tal Colossimo para Einaudi en el año 1969. Después de La máscara de cuero en Italia se publicó Ríos de Europa, en 1971, Herencia, en 1973, y La perfección ferroviaria en 1975, y antes se había publicado, en una editorial romana, en 1964, una selección de cuentos en donde no escaseaban las historias de guerra, titulada Los bajos fondos de Berlín. De modo que podría decirse que Archimboldi no era un completo desconocido en Italia, aunque tampoco podía decirse que fuera un autor de éxito o de mediano éxito o de escaso éxito sino más bien de nulo éxito, cuyos libros envejecían en los anaqueles más mohosos de las librerías o se saldaban o eran olvidados en los almacenes de las editoriales antes de ser guillotinados. Morini, por supuesto, no se arredró ante las pocas expectativas que provocaba en el público italiano la obra de Archimboldi y después de traducir Bifurcaria bifurcata dio a una revista de Milán y a otra de Palermo sendos estudios archimboldianos, uno sobre el destino en La perfección ferroviaria y otro sobre los múltiples disfraces de la conciencia y la culpa en Letea, una novela de apariencia erótica, y en Bitzius, una novelita de menos de cien páginas, similar en cierto modo a El tesoro de Mitzi, el libro que Pelletier encontró en una vieja librería muniquesa, y cuyo argumento se centraba en la vida de Albert Bitzius, pastor de Lützelflüh, en el cantón de Berna, y autor de sermones, además de escritor bajo el seudónimo de Jeremias Gotthelf. Ambos ensayos fueron publicados y la elocuencia o el poder de seducción desplegado por Morini al presentar la figura de Archimboldi derribaron los obstáculos y en 1991 una segunda traducción de Piero Morini, esta vez de Santo Tomás, vio la luz en Italia. Por aquella época Morini trabajaba dando clases de literatura alemana en la Universidad de Turín y ya los médicos le habían detectado una esclerosis múltiple y ya había sufrido un aparatoso y extraño accidente que lo había atado para siempre a una silla de ruedas.
Manuel Espinoza llegó a Archimboldi por otros caminos. Más joven que Morini y que Pelletier, Espinoza no estudió, al menos durante los dos primeros años de su carrera universitaria, filología alemana sino filología española, entre otras tristes razones porque Espinoza soñaba con ser escritor. De la literatura alemana sólo conocía (y mal) a tres clásicos, Hölderlin, porque a los dieciséis años creyó que su destino estaba en la poesía y devoraba todos los libros de poesía a su alcance, Goethe, porque en el último año del instituto un profesor humorista le recomendó que leyera Werther, en donde encontraría un alma gemela, y Schiller, del que había leído una obra de teatro. Después frecuentaría la obra de un autor moderno, Jünger, más que nada por simbiosis, pues los escritores madrileños a los que admiraba y, en el fondo, odiaba con toda su alma hablaban de Jünger sin parar. Así que se puede decir que Espinoza sólo conocía a un autor alemán y ese autor era Jünger. Al principio, la obra de éste le pareció magnífica, y como gran parte de sus libros estaban traducidos al español, Espinoza no tuvo problemas en encontrarlos y leerlos todos. A él le hubiera gustado que no fuera tan fácil. La gente a la que frecuentaba, por otra parte, no sólo eran devotos de Jünger sino que algunos de ellos también eran sus traductores, algo que a Espinoza le traía sin cuidado, pues el brillo que él codiciaba no era el del traductor sino el del escritor. El paso de los meses y de los años, que suele ser callado y cruel, le trajo algunas desgracias que hicieron variar sus opiniones. No tardó, por ejemplo, en descubrir que el grupo de jungerianos no era tan jungeriano como él había creído sino que, como todo grupo literario, estaba sujeto al cambio de las estaciones, y en otoño, efectivamente, eran jungerianos, pero en invierno se transformaban abruptamente en barojianos, y en primavera en orteguianos, y en verano incluso abandonaban el bar donde se reunían para salir a la calle a entonar versos bucólicos en honor de Camilo José Cela, algo que el joven Espinoza, que en el fondo era un patriota, hubiera estado dispuesto a aceptar sin reservas de haber habido un espíritu más jovial, más carnavalesco en tales manifestaciones, pero que en modo alguno podía tomarse tan en serio como se lo tomaban los jungerianos espurios.
Más grave fue descubrir la opinión que sus propios ensayos narrativos suscitaban en el grupo, una opinión tan mala que en alguna ocasión, durante una noche en vela, por ejemplo, se llegó a preguntar seriamente si esa gente no le estaba pidiendo entre líneas que se fuera, que dejara de molestarlos, que no volviera más. Y aún más grave fue cuando Jünger en persona apareció por Madrid y el grupo de los jungerianos le organizó una visita a El Escorial, extraño capricho del maestro, visitar El Escorial, y cuando Espinoza quiso sumarse a la expedición, en el rol que fuera, este honor le fue denegado, como si los jungerianos simuladores no le consideraran con méritos suficientes como para formar parte de la guardia de corps del alemán o como si temieran que él, Espinoza, pudiera dejarlos mal parados con alguna salida de jovenzuelo abstruso, aunque la explicación oficial que se le dio (puede que dictada por un impulso piadoso) fue que él no sabía alemán y todos los que se iban de picnic con Jünger sí lo sabían. Ahí se acabó la historia de Espinoza con los jungerianos. Y ahí empezó la soledad y la lluvia (o el temporal) de propósitos a menudo contradictorios o imposibles de realizar. No fueron noches cómodas ni mucho menos placenteras, pero Espinoza descubrió dos cosas que lo ayudaron mucho en los primeros días: jamás sería un narrador y, a su manera, era un joven valiente. También descubrió que era un joven rencoroso y que estaba lleno de resentimiento, que supuraba resentimiento, y que no le hubiera costado nada matar a alguien, a quien fuera, con tal de aliviar la soledad y la lluvia y el frío de Madrid, pero este descubrimiento prefirió dejarlo en la oscuridad y centrarse en su aceptación de que jamás sería un escritor y sacarle todo el partido del mundo a su recién exhumado valor. Siguió, pues, en la universidad, estudiando filología española, pero al mismo tiempo se matriculó en filología alemana. Dormía entre cuatro y cinco horas diarias y el resto del día lo invertía en estudiar. Antes de terminar filología alemana escribió un ensayo de veinte páginas sobre la relación entre Werther y la música, que fue publicado en una revista literaria madrileña y en una revista universitaria de Gottingen. A los veinticinco años había terminado ambas carreras. En 1990, alcanzó el doctorado en literatura alemana con un trabajo sobre Benno von Archimboldi que una editorial barcelonesa publicaría un año después. Para entonces Espinoza era un habitual de congresos y mesas redondas sobre literatura alemana. Su dominio de esta lengua era si no excelente, más que pasable. También hablaba inglés y francés. Como Morini y Pelletier, tenía un buen trabajo y unos ingresos considerables y era respetado (hasta donde esto es posible) tanto por sus estudiantes como por sus colegas. Nunca tradujo a Archimboldi ni a ningún otro autor alemán. --Deze tekst verwijst naar een alternatieve kindle_edition editie.
Productgegevens
- ASIN : B01JH3G0OK
- Uitgever : ALFAGUARA (15 september 2016)
- Taal : Spaans
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- Tekst-naar-spraak : Ingeschakeld
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- Verbeterd lettertype : Ingeschakeld
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- Printlengte : 1227 pagina's
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Creo que en principio las 5 partes solo tienen en común Santa Teresa, es hasta la parte de los crímenes que todo tiene sentido y el porque forman una novela, ciertamente disconexa y en muchos casos sin inicio ni final. La cantidad de personajes es abismal. Pero más allá de los personajes hay ciertos temas que son el eje de la novela. No me arrepiento de haber comprado este libro sin haber conocido antes de Bolaño. Quizá no sea el mejor libro para empezar pero sí un libro que podría volverse imprescindible.

Si l'on comprend ce qui se passe là-bas on comprend le secret du monde, nous dit l'auteur.
À mon avis, ce secret, c'est que Satan ou une de ses hypostases s'en donne à coeur joie parmi les déshéritées.
Mais la folie est contagieuse et malgré la psychose ambiante les proies s'offrent comme autant de victimes propitiatoires. Les éclats lumineux de leurs rires qui fusent dans les ruelles obscures les trahissent et attirent les monstres tapis dans les ténèbres du dehors comme les phéromones attirent les papillons.
Une âme s'abîme quand une autre s'élève!
Très franchement, ça se lit mais sans euphorie, on sombre progressivement dans un dégoût profond du genre humain
La dernière partie, celle d'Archimboldi est captivante, le propos devient philosophique qui suppute sur l'incertitude de l'heure de la mort de tout un chacun et sur sa souffrance, sur le hasard et la fatalité qui donnent son apparence au destin et qui s'interroge sur la création littéraire...
Faut-il y voir l'œuvre d'un grand écrivain?
On peut quand même se poser la question tant la morale du roman est toute relative puisqu'on imagine que Klaus Haas, qui admet quand même que violer des femmes et les tuer est plus sexy et plus attirant que de s'emmancher entre taulards ( p741), sera finalement blanchi grâce à sa parenté avec Archimboldi lequel risque ainsi à l'extrême de sa vie, la corruption morale.
Une âme s'enlise quand une autre s'extirpe !